Pues María se supone que soy yo. Al menos eso es lo que me han dicho desde pequeñita. Pero a María no le gusta demasiado hablar de ella, sobre todo porque si hay algo que ha aprendido a lo largo de la vida es que la percepción que cada uno tiene de sí mismo, muchas veces es errónea o, al menos, suele diferir bastante de la que tienen los demás.
Aún así, voy a intentar contar quién soy o, al menos quién o cómo creo que soy. Esencialmente soy testaruda, pero no hasta llegar a la irracionalidad, por tanto, más que cabezota debe ser que soy obstinada. Lo cual, imagino que no es malo, al menos no lo es cuando aprendes a gestionarlo y a sacar partido de esa capacidad de empecinamiento racional que te hace pelear por aquello que quieres, hasta el último aliento. Sí, lo reconozco, nunca me ha gustado tirar la toalla. Imagino que esto me convierte en eso que llaman 'una superviviente' y sí, creo que eso es lo que soy, una superviviente.
En realidad, mi bagaje vital no es largo, dado que aún soy muy joven, pero tengo la sensación de haber aprendido TANTO en estos años... y, aún así, soy plenamente consciente de que NO SÉ NADA, es mucho lo que me queda por aprender, tanto que sé que nunca sabré todo lo que me gustaría... Aún así, lo poquito que sé, lo poquito que intuyo, lo poquito que pienso... me gustaría compartirlo con vosotros y, con esa finalidad, he creado ese blog, mucho más personal que ninguno de los que ya tengo.
Saludos a todos, blogueros, y felices ¿aguijonadas?... no, aquí sólo saetas, sin aguijón. ('Sin acritud', que diría Glez.).
